Los precios de los materiales de la construcción han aumentado un 20,1% en los últimos 12 meses, y actualmente son un 46% más altos que en los meses anteriores a la pandemia. Es una tendencia que sigue al alza: de mayo a julio, algunos materiales han vuelto a subir una media de entre un 1% y un 2%, aspecto que las empresas de la construcción viven con cierta preocupación.
La tendencia inflacionista
El sector de la construcción no es ajeno a que momentos de elevada inflación, como la anterior crisis financiera de 2008-09, lo golpeen con fuerza. Desde principios de 2020, los efectos derivados de la pandemia del COVID-19 han causado estragos en las cadenas de suministro mundiales, al tiempo que han contribuido a aumentar la demanda de determinados servicios de construcción, como la vivienda.
Como resultado, la industria de la construcción ha tenido que hacer frente a enormes aumentos de precios que, en general, han superado a las subidas ocasionadas por la propia inflación. Otros factores, como la guerra en curso en Ucrania, también han contribuido a las alteraciones de los precios:
- Los costes de la energía experimentaron grandes subidas el mes pasado, con un aumento de los precios del gas natural de más del 24% desde mayo.
- El precio de materias primas alimenticias, en especial los cereales pero también el aceite, han subido a niveles históricos, tensionando presupuestos.
Por lo que respecta a la construcción, y pese a las crisis recientes, el sector no había visto un aumento de precios como este desde la década de 1970, y los contratistas de todo el país se han enfrentado a las interrupciones de los proyectos y la inestabilidad del flujo de efectivo como resultado.
¿Enfriamiento a la vista?
Sin embargo, empiezan a aparecer signos de desaceleración respecto a la inflación:
- De las 11 categorías de materiales de construcción no residenciales que se miden en el Índice de Precios de Producción de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, uno de los puntos de referencia a nivel mundial, cuatro de ellas vieron disminuir sus precios de mayo a junio.
- El precio de la madera, que ha fluctuado mucho en los dos últimos años, bajó casi un 25% sólo el mes pasado.
Algunos economistas interpretan este hecho como que se haya alcanzado el pico de inflación. Tras meses de volatilidad financiera, muchos economistas predicen ahora que se avecina una recesión, como también parece augurar la bolsa. Aunque nada es seguro, es posible que los contratistas de la construcción más afectados sigan enfrentándose a un camino lleno de baches durante algún tiempo.
Dicho esto, aunque el abaratamiento de los precios de los materiales podría suponer un alivio inmediato para los contratistas, es demasiado pronto para saber qué efectos podría tener una posible recesión en el sector de la construcción en su conjunto.
