España planea repartir 9.000 millones de euros adicionales en nuevas exenciones fiscales y ayudas directas para suavizar el impacto de la subida de precios que amenaza a la cuarta economía de la zona euro. Este paquete, enfocado en gran parte al sector energético, fue anunciado en julio de 2022 y promete mitigar los efectos en nuestro país, donde la inflación ha tenido un impacto histórico más elevado que en otros países de la UE.
El anuncio del Presidente
El gabinete del Presidente Pedro Sánchez aprobó reducir el impuesto sobre el valor añadido (IVA) en las facturas de electricidad del 10% al 5% y entregar 200 euros a los trabajadores vulnerables. Dijo que su gobierno trabajará en una nueva legislación para gravar los beneficios inesperados de las compañías eléctricas, a partir del próximo año.
- El plan de Sánchez se basa en la incertidumbre sobre la segunda mitad de 2022.
- Las decisiones fueron tomadas en una reunión extraordinaria del gabinete del gobierno, tras algunas negociaciones con el socio menor de la coalición.
Otras medidas de emergencia, como el descuento de 20 céntimos de euro por litro en los carburantes, que expiraba a finales de junio, se prorrogarán hasta finales de diciembre, dijo Sánchez. Las medidas, contenidas en un decreto del Ejecutivo, aún deben ser ratificadas por el Congreso de los Diputados. Se unen a las medidas del alquiler y otras ya promulgadas en los meses pasados.
¿Medidas suficientes? El tiempo lo dirá
El objetivo del gobierno es mitigar los efectos económicos y sociales de esta guerra, y que su carga se reparta de forma más justa. Por ejemplo, la medida de prorrogar la bonificación al carburante responde a las demandas del sector: los propietarios de pequeños camiones amenazan con reanudar una protesta que estuvo a punto de paralizar el país en marzo.
- El aumento del coste de todo, desde la electricidad hasta el aceite de cocina y la cerveza, o los intereses de los préstamos, tiene también una repercusión política.
- Por ejemplo, ha habido elecciones regionales en Andalucía, donde el gobierno salió derrotado, y se esperan turbulencias de cara a las municipales y regionales de 2023, así como las elecciones generales en el horizonte.
Las nuevas medidas, unidas a las anunciadas en marzo, costarán al Gobierno unos 15.000 millones de euros este año, según Sánchez. Las medidas adoptadas por el Gobierno para combatir la inflación deberían reducir el índice de precios al consumo en 3,5 puntos porcentuales, y se financiarán en parte con los fondos europeos Next Generation.
