Semana Santa es una de las mejores épocas del año para hacer una escapada gracias a la cantidad de días festivos de los que podemos disfrutar. Y si aún no has reservado, todavía estás a tiempo. Hay muchas destinaciones todavía disponibles para planificar tus vacaciones de Pascua. Sin embargo, escoger adecuadamente puede significar la diferencia entre gastar bien o no.
El margen de maniobra
Como los colegios tienen más de una semana de vacaciones en Semana Santa, puedes ser flexible en cuanto al día de salida y volver a tiempo para el comienzo del trimestre de primavera, por lo que si adelantas tu salida unos días puedes ahorrar mucho en tus vacaciones. Es una de las ideas que permite mantener saneadas tus finanzas.
Los padres con hijos en edad escolar tienen muy limitado el tiempo que pueden dedicar a viajar al extranjero. Las vacaciones de Semana Santa y Navidad son muy concurridas, lo que desgraciadamente encarece los precios de hoteles y atracciones.
Casi tres cuartas partes de los españoles tienen intención de gastar bastante dinero en Semana Santa. Estamos hablando de un promedio de 500 euros, mientras que una parte menor de la población superará los 1.000 euros entre desplazamiento, estancia, comida y regalos o diversión.

- Además del supermercado, los españoles gastamos en restaurantes, en bares, y en pastelerías, por ese orden, según estudios de mercado recientes.
- El medio de transporte más popular para estas vacaciones de Semana Santa parece ser el coche propio, pero con la inflación y el coste del combustible por las nubes, ya no es una opción tan económica como lo ha sido en el pasado.
¿Qué opción escoger?
A pesar de nuestras mejores intenciones, a veces no disponemos del dinero necesario para mimar a nuestros seres queridos. Disponer de una cantidad global para cubrir los vuelos, el alojamiento y otros gastos de un viaje puede ser de gran ayuda, sobre todo si se puede devolver en pequeños plazos a la vuelta.
Por eso, para una pequeña parte de los que desean viajar pero carecen de fondos, recurrir a un préstamo personal o a un microcrédito que les ayude a alcanzar esa suma necesaria podría ser una opción. Pedir un préstamo de vacaciones puede darte más libertad para elegir adónde quieres ir, siempre que se considere de forma responsable.