Sabemos que hay varios tipos de financiación en el mercado actual, con necesidades cada vez más dispares por parte de los consumidores, desde los préstamos rápidos a las líneas de crédito. Uno de ellos, sin ser un gran desconocido, no es tan popular de entrada: son los créditos revolving. ¿Los conocías? Sigue leyendo.
¿En qué consisten los créditos revolving?
Si utilizas una tarjeta de crédito, conoces los créditos revolving. Los créditos revolving son un tipo de crédito que puedes pedir prestado de forma continua. Tienen un tipo de interés, un límite de gasto y un pago mensual.
Hay diferentes tipos de crédito revolving, pero los más comunes son las tarjetas de crédito. El crédito renovable también puede presentarse como una línea de crédito con garantía hipotecaria, aunque no es tan frecuente.
El crédito revolving te permite pedir dinero prestado repetidamente hasta tu límite mientras devuelves lo que debes gradualmente a lo largo del tiempo. Puedes gastar hasta tu límite de crédito. Cuanto más pagues cada mes, más crédito podrás utilizar de nuevo.
¿Cómo funcionan y cómo se pueden solicitar?
Cuando te aprueban un crédito revolving, hay un límite de crédito, o sea, la cantidad máxima de dinero a la que tienes acceso. Con el crédito revolving, puedes mantenerlo abierto durante meses o años hasta que cierres la cuenta. Si eres un cliente fiable, puede que te suban el crédito para incentivarte a gastar más dinero.
Diferencias entre créditos revolving y préstamos a plazos
Un préstamo a plazos te permite pedir prestada una cantidad de dinero determinada y devolverla a lo largo de un periodo específico en cuotas mensuales fijas. Entre estos tipos de préstamos se encuentran los de la adquisición de vehículos, los de estudiantes y los hipotecarios. Pero una vez que pagas la cantidad adeudada, la cuenta se cierra y no tienes derecho a más.
Destaquemos algunas de las diferencias con los créditos revolving:
- Cuántas veces puedes pedir prestado. El crédito revolving te permite pedir dinero prestado de forma continua, mientras que el crédito a plazos está pensado para pedirlo una sola vez.
- El motivo del préstamo. Dado que con el crédito revolving se puede ir retirando dinero a lo largo del tiempo, no suele haber una finalidad determinada para el gasto. Por otro lado, el préstamo a plazos se suele pedir por un motivo específico, como la compra de un coche o la obtención de un préstamo para el consumo.
- Tipos de interés. El crédito o la tarjeta revolving suele tener un tipo de interés mucho más alto, que puede llegar a ser de seis a siete veces superior al del crédito a plazos.